lunes, 18 de octubre de 2010

EN EL REINO DEL OSO (25-29 de agosto)


Teito


Abrazamos la oportunidad con la ilusión de un niño. Por primera vez conocería la tierra por la que el oso pardo nos observa y nos estudia, donde prospera poco a poco y donde parece que empieza a ver el futuro con algo de optimismo. Íbamos, igualmente, sabiendo que la empresa de verlo en libertad era muy difícil, casi imposible. Pensábamos en disfrutar de los paisajes, sus gentes y costumbres, empaparnos de su naturaleza prodigiosa, aunque yo, al contrario que Mariajo, albergaba un mínimo de esperanza. Así pues, partimos temprano de Madrid el 25 de agosto rumbo al Parque Natural de Somiedo. En un trayecto que duró entre 5 y 6 horas y en el que no hubo contratiempos, llegamos a un lugar de verde infinito y pueblos acogedores donde podríamos hacer realidad un sueño.

En los sucesivos días disfrutamos de encantadores pueblos encajonados en verticales paredes, que nacen a su vez en frondosos bosques, de sus valles de tierras fértiles jalonados por las aguas cristalinas de sus ríos y arroyos, de su abundante fauna y su incontable flora.

En las frecuentes esperas departes con gente de todos los rincones de la Península, intercambias información y anécdotas, sin dejar de patrullar las laderas arbustivas y rocosas de las montañas. Y cuando, de pronto, ves algo moviéndose con andar desganado, gritas para ti: "Ahí está, ahí está el oso". Y no reaccionas. Bueno, sí. Le sigues con el teles el mayor tiempo posible, procuras quedarte con todos sus rasgos, sus movimientos, es algo que no se ve todos los días. Y tan súbitamente como apareció, desaparece entre los árboles con sus esbardos detrás, como un fantasma, mientras el manto de la niebla descansa sobre la ladera por donde unos minutos antes anduvo el rey de la montaña y el bosque. Porque no hay que olvidar que estamos en su territorio, en el reino del oso.

La mejor prueba de que este hermoso animal se encuentra entre nosotros...








4 comentarios:

Santi Villa dijo...

Quería ser el primero en comentar algo en tu blog. Espero llegar a tiempo: Que envidia... aunque eso ya lo sabes. Un relato con mucho sentimiento pero echo de menos fotos y algún vídeo que otro... no te los guardes para tí todoooooos (a no ser que estés en negociaciones con alguna productora jejejeje)

Álvaro Díaz dijo...

muy bueno Gabi, muy bueno!!! Pero podrías haber escrito tranquilamente 70 párrafos más, lo creo, y nos hubieramos quedado embobados igualmente... A nada nos has dejado enganchados con este relato y seguro con los que vendrán!

chusyedu dijo...

Impresionante Gabi !! No me imaginaba yo por nada del mundo que pudieras narrar tus vivencias de manera tan expresiva... Mi más sincero aplauso por esas dotes narrativas con las que describes los paisajes , los sentimientos y todas esas emociones tan agradables que sentimos en nuestras carnes cuando salimos al campo CON EL TELES A CUESTAS...
Te animo a que sigas con este trabajo ...por mi parte , ya tienes a un servidor como fiel incondicional de tus vivencias aquí expresadas.Muchas gracias!!

Javi dijo...

El otro día publiqué un comentario, pero veo que no subió! Que pena porque estaba inspirado (que excusa más barata). El caso es que: Enhorabuena por el blog, me gusta la redacción, engancha pero no empalaga (últimamente hay demasiada redacción con exceso de epítetos, parece de moda). Avetoro, osos... la lista que acrecienta mi envidia, crece!
Por cierto, lo de Diomedes lo tengo que cambiar, soy Javi Atrio.