jueves, 26 de diciembre de 2013

VIAJE ORNITOLÓGICO A GAMBIA (II)

23-10-2013

Madrugamos en Tendaba, impacientes por sumergirnos en los manglares de Tunku Bolombs en un placentero viaje en canoa motorizada y descubrir sus secretos mejor guardados. Nos dividimos en dos grupos y embarcamos rumbo a lo desconocido. Cruzamos el río Gambia a la misma vez que el sol del amanecer nos acompañaba en su despertar. Las serpenteantes curvas nos trazaban la ruta a seguir una vez el manglar nos engulló en su innegable misterio. Y las primeras aves de interés empezaban a interesarse por nuestra presencia. Un hermoso alcotán africano nos sobrevoló sin apenas poder acompañarlo con los prismáticos. El suimanga pardo apenas abandonaba la vista de su curioso nido colgado de una delicada rama. Y el elminia azul, un ave con el que no contábamos dada su complicada observación, nos permitió una fugaz pero buena visión entre la espesura de las ramas. No se podía empezar mejor, y la cosa pintaba muy bien. A medida que avanzábamos, la variedad de aves crecía a pasos agigantados, con buenas observaciones de diversas ardeidas, como la garceta dimorfa, grande e intermedia, aninga africana, cormorán africano, ganso espolonado, alción pechiazul o martín pescador malaquita. La nota negativa fue la ausencia del hermoso pigargo vocinglero, con el que contábamos antes de comenzar el viaje. Los patrones de las canoas nos llevaron después a un punto concreto para observar al tímido martinete encapuchado, objetivo que cumplimos con creces gracias a su pericia. 



Garceta grande Egretta alba



Ganso espolonado Plectropterus gambensis


Después de un refrigerio en el campamento, llegaba el momento de regresar tranquilamente a la costa, visitando varios lugares de interés de camino. La primera parada fue en el Parque Nacional de Kiang West, donde destacaron la observación de un trío de cálaos terrestres y rapaces varias, como águila azor africana, buitre dorsiblanco africano y moteado, culebrera sudanesa y un juvenil de águila volatinera. ¡¡¡Menudo repoker de rapaces!!!

La tarde sería la de la búsqueda de especies esteparias, con un barrido a una zona propicia donde, sin embargo, debido a la hierba alta, no localizamos ninguna. Una pena. Ya de camino a nuestro hotel, paramos en las graveras cercanas a Pirang para observar a un búho ceniciento que localizó uno de los locales de la zona. Después de dos intensos días, agotados, llegamos al hotel para cenar y descansar antes de un nuevo día en Gambia.


24-10-2013

Nuestro último día con Ousman. El plan estaba concretado, con una primera visita, de nuevo, a los bosques de Pirang, destacando la observación de hilia verde y polluela pulcra, otra ave con la que no contábamos. Era curioso ver como se acercaba al camino entre sombras y pasar a un metro de nuestra posición sin apenas intuirla. Sólo veíamos un culo rojizo menearse mientras desaparecía en la espesura de los matorrales. 

A mediodía visitamos un colegio local para dejar el material escolar que habíamos traído desde España y ver en primera persona las barreras que encuentran a la hora de educar a los niños, con escasos medios y sin apenas ayudas. Impactante.

Nos esperaba la comida en el Marakissa Lodge. Una vuelta por dentro del complejo nos deparó la presencia de cosifa coroniblanca y una pareja de suimangas colilargos en pleno proceso de cría. En un agradable paseo hasta un puente, vimos alción gigante africano, polluela negra africana y, mientras comíamos, cocodrilo del Nilo.

La llegada al hotel fue temprana para descanso del grupo y, tras una entrañable despedida a Ousman, que se lo curró de verdad, algunos pudieron disfrutar de un merecido baño en la piscina. 


25-10-2013

Nuevo día, nuevo guía. Abba era tímido pero tenía un gran don a la hora de localizar aves donde nosotros jamás las hubiéramos visto. Nos acompañaba también Manju, hermano de Lamin y también con buen ojo. Y más extrovertido. 

Con estas premisas iniciamos la mañana en Brufut, con un buen surtido de aves, destacando vinago africano, cuclillo Didric, zorzal africano, prinia oropéndola, camaróptera baladora, abejaruco chico y estornino de Swainson. La verdad es que el lugar fue muy productivo y la mañana se nos pasó en un momento. 

Lamin nos esperaba en Tanji con la comida, un excelente picnic marca de la casa en medio de la playa. Nos pusimos las botas ese día, como todos los días, diría yo...

La variedad de hábitas de Turejang no dejaba indiferente a nadie, al igual que sus pobladores alados, que nos dejó un muy buen sabor de boca. Aquí la lista de aves se alargó hasta límites insospechados. Por citar algunas de las citas más sobresalientes, observamos chagra del Senegal, carbonero aliblanco, tejedor-gorrión coronicastaño, aguilucho caricalvo, bufalero piquiblanco y un juvenil de águila crestilarga. 



Tejedor-gorrión coronicastaño Plocepasser superciliosus


El día no dio más de sí y regresamos al hotel con la mente ya puesta en afrontar nuestro último día en Gambia.


26-10-2013

Los arrozales de Lamin fue la primera parada este último día en tierras africanas. Nada más empezar a caminar, una pareja de cosifas coroniníveas salieron a saludar. Una vez dentro del lugar, nada destacable, a excepción de un par de avemartillos muy bien vistos.

Nuestro siguiente objetivo era el Parque Nacional de Abuko. Varias especies de interés se nos mostraron en este peculiar y atractivo lugar. Un buitre palmero posó para nosotros mientras accedíamos a un observatorio elevado sobre una zona húmeda. Siguiendo el paseo por ensombrecidas sendas, una pareja de monarcas colilargos africanos cumplió con nuestras expectativas ya que era un ave que deseábamos ver y este era uno de los mejores sitios para ello. Un macho de estrilda piquigorda cabecinegra se mostró en todo su esplendor en mitad del camino después de un rato sin apenas ver nada destacable. 

En un claro del camino paramos en seco y en silencio. Una de las aves más esquivas del continente africano iba a presentarse en sociedad. En Pirang sólo la pudimos oir, pero aquí pudimos observar al malcoha africano como pocas oportunidades se presentarán en el futuro. 

Seguimos caminando hasta llegar a un lugar con jaulones, donde tienen en cautiverio varias especies como papiones y hienas, un kiosco donde vendían refrescos y un par de puestos de artesanía local que aproveché para adquirir algunos souvenirs. Cuando emprendíamos de nuevo la vuelta, una pareja de turacos de Guinea aparecieron entre la maraña de ramas de una gran higuera, y hasta los vimos volar. Una verdadera preciosidad. Ya de vuelta, algunos monos verdes se acercaban con curiosidad, y algunos del grupo consiguieron ver cercopitecos rojos.

Nuestra última comida en Gambia iba a ser muy especial. En mitad del caos de Serrekunda bajamos del bus y entramos en una casa particular. Era el hogar de Lamin, que nos había invitado a comer. Un precioso detalle por su parte. Y decir que todo, preparado por su mujer, estaba buenísimo. Con muy buen ambiente dimos cuenta de las viandas y, tras agradecer a la familia su hospitalidad, nos dirigimos al mercado local a "empaparnos" de cultura gambiana. Después de realizar las últimas compras y vivir esta peculiar experiencia, nos dirigimos al último lugar que visitaríamos en Gambia para observar aves. En Kotu Creek visitamos el camino que lleva al casino y, después, un cercano puente sobre el río, que deparó aves tan curiosas como halcón borní o buitre palmero.

Con gran tristeza regresamos al hotel para asearnos y recoger las maletas. Nos esperaba el vuelo nocturno que nos llevaría a la dura realidad de un viaje acabado y, creo yo, muy bien disfrutado. De camino, ya de noche, al aeropuerto, una lechuza común (curiosamente la primera ave que vimos al llegar) nos despedía y nos deseaba buen viaje. 

Una experiencia única, vivida a tope, de una cultura y una forma de ver la vida distinta a la nuestra, y que deberíamos valorar porque, durante el viaje, muchas lecciones aprendidas por parte de esta gente, pobre, humilde pero con un corazón que no les cabe en el pecho. Debemos aprender de ellos en muchas cosas. 

Y dar las gracias, como no podía ser de otra manera, a Lamin, Baba, Ousman, Abba y Manju por hacernos el viaje más fácil, mostrar los encantos de Gambia y sentirnos como si realmente estuviéramos en casa. Gracias hermanos...

Gracias a Steve por ser nuestro "padre" allí, preocuparse de nosotros y porque sin él este viaje no hubiese sido posible.

Y, por supuesto, muy agradecido a Santi, René, Luis, Jesús, Francisco Javier, Miguel, Isidro, Antonio Guadilla, Cristina, Fernando, Josemi, Oriol, Antonio Tristán y Maribel por hacer de este viaje algo especial. Gracias a tod@s.

Sin duda, un viaje lleno de experiencias y detalles que perdurarán para siempre en mi recuerdo.

Gracias por seguir mi blog, un saludo.


jueves, 19 de diciembre de 2013

VIAJE ORNITOLÓGICO A GAMBIA (I)

Antes que nada, pedir disculpas por haber abandonado el blog un tiempo pero he tenido que atender obligaciones personales y un cierto aire de desgana a la hora de ponerme a escribir que me han impedido ponerme antes. Pero es una obligación tener al día este diario naturalista para regocijo de numerosos seguidores y del mío propio. Y tened por seguro que tengo unas cuantas entradas pendientes.

La primera parada será en la tan ansiada visita a Gambia que realicé con SPAINBIRDS a finales de octubre. Ya aviso que el viaje lo dividiré en dos entradas para no aburrir al personal. Precisamente en el blog de Santi Villa podéis ver un completo resumen del viaje con excelentes fotografías. En mi caso, el resumen lo desglosaré por días, con breves resumenes y algunas fotos, aunque podéis ver más en el enlace de la derecha del blog, en el apartado "Viajes internacionales". Tengo en mente hacer un trip report de los que se encuentran colgados en la red pero llevará su tiempo. Ya veremos...

Un breve prólogo antes de comenzar con datos generales del viaje. Salimos el día 19 de octubre desde Barcelona en vuelo directo  de tarde a Banjul, llegando Gambia a eso de las 22:00 horas, hora local (allí eran dos horas menos que en España) tras cinco horas de vuelo con la compañía Vueling. Con nosotros viajó Steve, amigo de Santi, conocedor del país y verdadero artífice del viaje. Y una persona encantadora. Incluso hice mis pinitos con el inglés charlando con él. Allí nos esperaban Baba, nuestro conductor, y Lamin, nuestro hombre de confianza allí. Tras los pertinentes trámites en el aeropuerto, nos dirigimos a nuestro hotel en Kololi, el SunSwing Hotel, correcto y apropiado alojamiento los días que íbamos a estar allí. Tras una ligera cena nos deseamos buenas noches y a descansar para iniciar la aventura al día siguiente.


20-10-2013

Yo apenas pude pegar ojo esa noche, no tanto por el cansancio sino por las ganas de conocer y observar todo lo que se nos presentaba allí. Recuerdo las primeras imágenes desde la ventana de mi habitación, apenas despuntaba el sol, y los murciélagos fruteros volaban hacia una gran palmera para descansar mientras los primeros gorriones cabecigrises entonaban las primeras notas. Yo ya estaba vestido y dispuesto a bajar y comerme el mundo, eso sí, con un calor de aupa, tónica habitual durante el viaje. Antes de desayunar, ya estaba con mis prismáticos y mi cámara disfrutando de los numerosos cuervos píos, tórtolas senegalesas y ojirrojas, vencejos palmeros, alimoches sombríos y tejedores comunes, por citar algunas especies. Tras el desayuno y la presentación de nuestro guía local Ousman Joku, partimos en el bus hacia nuestro primer destino: la reserva de aves de Tanji y su famosa playa. Como norma general durante el viaje, las paradas a pie de carretera fueron constantes. No en vano, para la mayoría todo era novedoso y atrayente. Yo ya alucinaba, y era el primer día. Llegábamos a Tanji a mitad de mañana para buscar a la primera protagonista del día: la gaviota cocinera. Y entre un numerosísimo grupo de charranes reales y pagazas piquirrojas, una gaviota de patas verdosas disparó las alarmas. Allí estaba, inmóvil, y nos facilitó la tarea de observarla a placer. 



Gaviota cocinera Larus dominicanus



Pagaza piquirroja Hydroprogne caspia


Dedicamos parte de la mañana a disfrutar también de la cultura y tradición local visitando la playa donde se agolpaban los cayucos y la pesca, en una especie de lonja donde se almacenaban las especies en montañas, inaudito, bajo el bullicio de las gentes que viven de ello. Entre toda esta vorágine, las gaviotas cabecigrises daban buena cuenta de las sobras sin importarles nuestra presencia. 



Cayuco faenando en Tanji



Gaviota cabecigris Larus cirrocephalus



Mercado de pescado en Tanji


Tras esta impactante vivencia, y el disfrute de una colonia de tejedores comunes bajo nosotros antes de embarcar, nos dirigimos al Footsteps Eco Lodge, donde comeríamos. Tuvimos tiempo también de pajarear por dentro del complejo, donde la especie estrella fue, sin duda, el martín pigmeo africano. También destaco la observación, entre otras numerosas especies, del bubú coronigualdo, batis carunculado ojipardo, palomita aliazul y suimanga colilargo. 



Martín pigmeo africano Ceyx pictus


Después de la comida, regada con la cerveza local JulBrew, nos dirigimos casi a la frontera con Senegal para acabar el día en Kartong, una reserva de aves con numerosos humedales. En un agradable paseo que se alargó hasta la misma playa, pudimos deleitarnos con especies tan llamativas como el chorlitejo frentiblanco, picabueyes piquigualdo, ganga cuadricinta, carraca blanquiazul, suirirí cariblanco o cormorán africano. El bus nos recogió a pie de mar, con el sol prácticamente escondido, de vuelta al hotel. En la cena, agradable bajo el rugido del mar, comentamos la excelente jornada vivida y lo que haríamos al día siguiente. 



Cormorán africano Phalacrocorax africanus



Carraca blanquiazul Coracias cyanogaster




21-10-2013

Los bosques y humedales de Pirang eran los siguientes lugares a visitar nuestro segundo día en Gambia. Primero visitamos los humedales, que presentaba poco movimiento. Como más destacado, un lejano grupo de flamencos rosados, martín pescador pío, cucal senegalés, garceta azabache y alcaraván senegalés. 



Alcaraván senegalés Burhinus senegalensis



Cucal senegalés Centropus senegalensis



Martín pescador pío Ceryle rudis


Una primera incursión en los bosques antes de la comida nos deparó buenas observaciones de azor-lagartijero oscuro, vinago africano y busardo gavilán, entre otras especies. Tras un excelente picnic preparado por Lamin y degustado en la entrada de la reserva, nada mejor que bajar la comida con un paseo entre árboles de interminable talla y senderos cubiertos de maleza en busca de las especialidades del bosque subtropical. El primer objetivo era el autillo cariblanco norteño, que localizamos dormitando en un árbol en el borde de un camino. El segundo objetivo se nos escapó a la mayoría, y tan solo un par de personas vieron la fugaz figura en vuelo del búho lechoso. Una lástima porque yo contaba con esta especie. Otra vez será. Y el tercer protagonista, el cárabo africano, lo vimos posado entre sombras y ramas, habiendo sido imposible su observación sin la ayuda y pericia de Ousman y las gentes locales.



Autillo cariblanco norteño Ptilopsis leucotis



Cárabo africano Strix woodfordii


En este segundo día el calor ya hacía mella en el grupo y decidimos volver antes al hotel para que la gente pudiera tener más tiempo de descanso y ocio, porque al día siguiente el madrugón y el periplo iban a ser tremendos. Unos pocos intrépidos realizamos una incursión en el cercano hotel Senegambia para localizar a la hermosa cosifa coroniblanca, además de papamoscas drongo, estornino colibronceado y suimanga espléndido.



Cosifa coroniblanca Cossypha albicapillus



22-10-2013

Ese día el madrugón fue importante. A las 7 de la mañana salía el primer ferry desde Banjul para cruzar el río Gambia y llegar a la orilla norte. Y era ese el que debíamos coger. De hecho, nuestro conductor pasó la noche en el bus para coger sitio. Pero ni por esas. Las diligencias de Lamin permitieron a nuestros vehículos acceder al barco cuando ya nos veíamos esperando al siguiente y, por tanto, haber perdido la mañana. Afortunadamente no iba a ser así y en una hora de trayecto, con dos charranes sombríos como observación estrella, nos permitía llegar a Barra y empezar nuestro periplo por el norte del río. Otros paisajes, otras aves. El zorzal-hormiguero septentrional fue la primera especie de interés de este nuevo día. A lo largo de la mañana se fueron sucediendo observaciones interesantes como cernícalo pizarroso, alción estriado, turaco gris occidental o francolín biespolado. Nos internamos a pie por una frondosa senda hasta alcanza un claro en el bosque, donde Ousman imitó a la perfección el reclamo del mochuelo perlado, que no tardó demasiado en presentarse ante nosotros. 



Turaco gris occidental Crinifer piscator


Numerosas paradas depararon otras numerosas buenas observaciones de aves tan interesantes como carraca abisinia o suimanga pechiescarlata.



Suimanga pechiescarlata Chalcomitra senegalensis


También aparecían las primeras viudas del viaje, como la viuda colicinta, senegalesa o chillona. Ya era también lugar de rapaces, como la culebrera sudanesa y sombría o azor-lagartijero oscuro. Los humedales de Jahur, después de comer, se nos abrió de pronto en la carretera, y deseábamos bajar y empezar a explorar todas esas láminas de agua rebosantes de vida. El objetivo era claro y este era el mejor lugar para observarlo: el pluvial egipcio. Nada más poner el pie en tierra, allí estaba el primero, desconfiado, que se alejaba de nosotros sin quitarnos ojo. Era una de las observaciones que deseaba de este viaje y ya estaba cumplido. Ahora tocaba disfrutarlo. Las especies interesantes iban saliendo a la palestra sin apenas poder digerirlo. Una hembra de terrera orejiblanca o, por fin, una estrilda codorniz bien vista fueron reclamos suficientes para deleitar al personal. Incluso unos cuantos vieron una lejana grulla coronada posarse entre la alta vegetación. No había tiempo que perder, debíamos marcharnos para coger el ferry en Farafenni que nos permitiría cruzar el río hacia la orilla sur. Nuestro siguiente emplazamiento: Tendaba Camp. Allí pasaríamos la noche y nos permitiría realizar una excursión mañanera por sus manglares. Pero esto y más lo dejo para la siguiente entrega...

Gracias por seguir mi blog.