jueves, 24 de mayo de 2012

EL PARDO

El pasado domingo, unos cuantos amigos disfrutamos de los hermosos momentos que deparan la visita a El Pardo, tan salvaje y tan cerca de todo. Ángeles, a última hora, no nos pudo acompañar por culpa de un constipado. Mejórate y hasta la próxima.Para abrir boca, y tras quedar todos en Moncloa, partimos hacia el lugar para realizar un paseo por la margen derecha del Manzanares, partiendo desde el aparcamiento del complejo deportivo Somontes, haciéndolo todo lo largo que se quiera. Normalmente este camino llega hasta Mingorrubio, pero nosotros llegamos hasta el pueblo y media vuelta. 

Sin llegar a dar los primeros pasos, ya pudimos disfrutar de las primeras observaciones. Según avanzábamos, las aves iban saliendo al paso: oropéndolas por doquier (las vimos y escuchamos durante todo el recorrido), diversas rapaces (buitre leonado y negro, milano negro, busardo ratonero), martinete (hasta cinco individuos distintos a lo largo del río), carricero común (otro que estuvo de concierto toda la caminata), martín pescador (una hembra), zarcero común, escribano soteño, ruiseñor común, pícidos (pito real y pico picapinos), herrerillo capuchino, trepador azul y picogordo como aves más destacadas de la mañana. 



Jilguero



Oropéndola


A la hora de comer, la mitad del grupo (Mercedes, Paco y Trini) se marchó, y nos quedamos Edu, Ernesto y yo comiendo al lado del parking, pensando en acercarnos al cerro de la Marmota para intentar ver águila imperial, entre otras aves, claro. Y para allá que nos fuimos. La reina de las aves, posada en lo alto de una torreta, nos deleitaba con su lejanísima presencia. En una torreta más cercana observamos una culebrera europea que al poco desapareció. Desde un mirador natural teníamos una estupenda visión del río y el embalse. Destacamos la presencia de dos espátulas con su típico movimiento de cabeza buscando alimento, y una garceta grande que parecía ejercer de guardaespaldas. Con estas curiosas citas emprendimos la vuelta, no sin antes observar al críalo y al cuco, ambas posadas y a bastante distancia. ¿Se puede pedir más?



Críalo europeo



Cuco europeo


Un día intenso para conocer algunos secretos escondidos de nuestro paraíso más cercano: el monte de El Pardo.


1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Gabriel, yo creo que no se puede pedir mas. Además cerquita de casa, cantidad de especies y buena compañía. Voy a tener que acercarme por allí a ver si tengo la mitad de suerte que vosotros.
Un abrazo!!