viernes, 31 de octubre de 2014

DOBLE JORNADA EN LAS LAGUNAS MANCHEGAS

Fin de semana completo en tierras manchegas a finales de septiembre. El sábado, Mariajo y yo nos acercamos a la laguna de La Veguilla a ver si teníamos suerte con un correlimos pectoral que se estaba viendo por allí. Para continuar mi racha con las rarezas, no hubo suerte y no apareció. En un día desapacible y muy ventoso, nos alegramos mucho encontrarnos con viejos amigos como Javier Fernández o Gabi Martín que, básicamente, también estaban allí por el mismo motivo.

A pesar de que el limícola americano no apareció, había mucha vida en la laguna, como suele ser costumbre. Por citar algunas especies destaco flamenco común, cigüeña blanca, tarro blanco, pato colorado, cerceta común, malvasía cabeciblanca, calamón, aguilucho lagunero, correlimos gordo, chorlitejo chico y grande, correlimos varios (común, menudo y zarapitín), andarríos bastardo y grande, los tres archibebes (menos el fino, que tampoco apareció), aguja colinegra, mucho combatiente, agachadiza común, una gaviota enana (observada brevemente) y, la joya de la corona y gran alivio para mi ese día, un fumarel aliblanco.



Fumarel aliblanco Chlidonias leucopterus
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Completamos el día visitando un lugar cercano donde nos informaron que se estaban viendo chorlitos carambolos. Siguiendo las indicaciones que, amablemente, nos dieron en el observatorio, los pudimos localizar sin demasiado esfuerzo. Lástima que el aire no me dejara al menos una fotografía testimonial de tan hermosas aves. Además, por el camino nos pudimos deleitar con la presencia de un quinteto de sisones y algunas collalbas grises y tarabillas norteñas.

La jornada no dio para más y, contentos y felices, nos fuimos con el único pero de no haber visto al que debería haber sido el protagonista del día.

Al día siguiente quedo con Alberto San Martín y Rafa Almena para visitar las Tablas de Daimiel, esperando pasar una buena jornada. A pesar de la tromba de agua que nos cae justamente llegando y que nos obligó a refugiarnos una hora en el Centro de Interpretación, el sol termina imponiéndose y avanzamos por las pasarelas hacia el observatorio elevado de la ruta de la Isla de Pan. Las especies se van sucediendo, engrosando nuestras listas de manera espectacular. Alberto ve un torcecuello antes de adentrarnos en los carrizos, los últimos carriceros y zarceros comunes salen a nuestro encuentro, varios grupos de bigotudos nos permiten observaciones como nunca antes había tenido de esta especie, un tímido rascón se deja ver por unos segundos, un solitario correlimos de Temminck se alimenta junto a un correlimos menudo, grupos de espátulas y martinetes, aguiluchos laguneros en vuelo, hasta 7 garcetas grandes a la vez... Había momentos en que no sabíamos donde poner el ojo. Y el mejor momento fue la observación de dos jóvenes águilas pescadoras en vuelo y en lances de pesca. A estas observaciones añadimos otra en el entorno del molino de Molemocho. Para muestra, un botón.



Bigotudo Panurus biarmicus
© Alberto San Martín



Bigotudo Panurus biarmicus
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Correlimos de Temminck Calidris temminckii
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Águila pescadora Pandion haliaetus
© Alberto San Martín



Águila pescadora Pandion haliaetus
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Garza real Ardea cinerea
© Alberto San Martín


Con el buen sabor de boca que nos dejó la visita a las Tablas, decidimos completar el día visitando otro, para mi, santuario ornitológico: la laguna de Navaseca. Ni que decir tiene que, como siempre, estaba rebosante de vida. Aquí, como más destacado, un fumarel aliblanco (dos observaciones en un fin de semana, no me lo creía), malvasía cabeciblanca y lavanderas boyeras de las subespecies flava y flavissima.

Y con las últimas luces volvimos a Madrid esperando regresar en invierno, cuando las especies que bajan del norte se instalen aquí y podamos volver a deleitarnos con su observación.

Eso es todo por ahora, gracias por asomaros por aquí. Un saludo.







2 comentarios:

Rafita Almenilla dijo...

Magnífica jornada la qué pasamos en las Tablas. Alucinante lo de las pescadoras y los bigotudos. Felicidades por la entrada, las fotos y el blog. Toca repetir una salida como esta :)

Gabriel Lorenzo M. dijo...

Fue una jornada redonda, Rafa. Gracias por pasarte. Ya te comenté de repetir algo similar este invierno, seguro que deparará sorpresas ;-)