viernes, 7 de junio de 2013

LAS MERINDADES: AVES Y ORQUÍDEAS

Nos encontramos, nada más llegar, con historia y naturaleza a partes iguales. Encajonada al norte de la provincia de Burgos, los vestigios del paso del hombre y su perfecta comunión con la naturaleza convierten este enclave en único. Su red de caminos y senderos son ideales para perderse entre el color verde de sus bosques y praderas y las escarpadas paredes rocosas, induciendo precisamente a tomar esa ruta y no salirse de ella. Su riquísimo patrimonio geológico y artístico son la excusa perfecta para sentarse, relajarse y escuchar todo lo que las numerosas construcciones románicas y medievales quieren contar, siglos y siglos de historia recogidos en una vasta y extensa localización limítrofe con las  montañas cántabras y vascas. Los ríos y valles, muchas veces encajonados en infinitos cañones calizos, son las arterias que dan vida natural al verdor y la frondosidad, casi mágica, de una naturaleza aun por descubrir y que merece su pleno disfrute.

Este primer fin de semana de junio, todavía frío y húmedo, quisimos empaparnos de la ancestral historia de esta mítica comarca y, de la mano de SPAINBIRDS NATURE TOURS S. L., emprendimos el camino con entusiasmo y muchas ganas de conocer el lugar.

La primera parada fue en Covanera, pequeño pueblo donde el río Rudrón lo cruza. Aquí caminamos una sencilla ruta, apuntando las primeras aves interesantes del viaje: lavandera cascadeña y mirlo acuático. Llegamos a un sitio de especial interés: el Pozo Azul, entrada a una cueva activa subacuática, de un agua purísima, gélida (11º) y de un increíble color azul (de ahí su nombre). En las profundidades del pozo, a más de 15 metros y visible, gracias a la transparencia del agua, se abre la boca de una cueva de más de cinco kilómetros de longitud. Además de deleitarnos con su aspecto, su color y la presencia de varios buceadores, las aves volvieron a ser las protagonistas; por citar algunas, mosquitero ibérico, chochín, mosquitero papialbo, bisbita arbóreo y una pareja de águilas reales que llegamos a ver incluso posadas en lo alto de un roquedo. Sin duda, una de las estrellas de la jornada. 



Lavandera blanca Motacilla alba



Aguililla calzada Aquila pennata
(morfo claro)



Águila real Aquila chrysaetos
(adulto)


Tras comer en el pueblo, nos dirigimos a Herbosa para realizar otra sencilla ruta ornitológica hasta un lugar denominado la turbera Margarita, rehabilitada como enclave para aves. Tras contemplar su bella iglesia, iniciamos la caminata entre prados, con excelentes observaciones de alimoche, tarabilla norteña, alcaudón dorsirrojo y camachuelo común. Pero, además, los amantes de las flores se encontraron con praderas inundadas de bellos colores, destacando Orchis morio, a centenares. Llegados a la turbera, collalba gris, pardillo común y escribano cerillo. Poco después de emprender la vuelta, la lluvia hizo acto de presencia, precipitando la llegada al bus y perdiendo la posibilidad de aprovechar lo que quedaba de tarde. Una pena. 



Tarabilla norteña Saxicola rubetra
(macho)




Camachuelo común Pyrrhula pyrrhula
(macho)


Pernoctamos en el hotel balneario de Corconte, pegado a la orilla norte del pantano del Ebro. Un peculiar edificio de piedra de sillería enclavado en mitad de la nada y famoso por sus aguas termales y medicinales. Recuerdo la visión de madrugada desde el ventanal de mi habitación del monótono baile de los árboles al son del viento, más propia de una película de terror. 

Se presentaba el domingo igual de gris y sombrío pero sin lluvia. Ahora la visita le correspondía al valle de Zamanzas. Tras llegar a Tubilleja, después de observar maravillosos paisajes desde el bus, iniciamos la ruta hasta Tudanca del Ebro, siempre por pista asfaltada. Nada más bajar del bus, un macho de colirrojo real nos deleitaba la espera en una zona de huertos. Jalonados por el encajonado Ebro, las vistas eran, simplemente, espectaculares. Al llegar al final, algunos continuaron camino a través del Desfiladero de los Tornos y adentrarse en el Ebro más salvaje. La vuelta la emprendimos por el mismo camino. 




Ruta Tubilleja-Tudanca




Golondrina común Hirundo rustica


Y, como no, los amantes de la flora, en general, y de las orquídeas, en particular, tuvieron su momento de gloria, pues los prados y cunetas estaban, literalmente, plagados de estas bellas flores. 



Ophrys sphegodes



Ophrys lutea


Con la pena de saber que el fin de semana en Las Merindades se acababa, hicimos la parada para comer en Escalada, en una zona recreativa. Al coger el bus, varios zorzales comunes trinaban a la vez, como despidiéndose de nosotros hasta la próxima.




Iglesia de Santa María la Mayor


Una pequeña ruta junto a Quintanilla de Escalada puso el punto y final a este maravilloso fin de semana en un lugar de ensueño y que merecerá una futura visita.

Dar las gracias a John Muddeman por su profesionalidad y buen hacer, a nuestra pareja de guías locales (no recuerdo sus nombres, sorry) que diseñaron unos perfectos enclaves para el disfrute del lugar, a nuestro chofer Miguel Ángel y a tod@s los que allí coincidimos por el buen rollo y la amistad que se profesaba. Como esta, mil veces más.

Gracias por seguir mi blog, un saludo.













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