sábado, 24 de marzo de 2018

NUEVO BIMBO, ESTA VEZ EN EL SUR

Después de dos citas de aves abatidas, saltaba la sorpresa en Cádiz. Un zorzal rojigrís aparecía en unos jardines en plena ciudad, descubierta por Carmela Quijano e identificada por Paco Jácome y Manuel Jiménez (enhorabuena a los tres), y la noticia no tardó en difundirse. Lo bueno de esta observación es que, por fin, se trataba de un ave del que se podía disfrutar y cuyas observaciones llegaban a ser muy buenas debido a la cercanía y la relativa confianza del ave. Así pues la oportunidad la pintaban calva y organicé un viaje express para tratar de observarla. Se trataba de la cuarta cita para España de esta especie siberiana y que, en estas fechas, debía estar en el sureste asiático invernando. Allí me presenté el primer sábado de marzo por la mañana, en plena borrasca, con la esperanza puesta en una segura observación. Cuando llegué a los jardines de Varela, me encontré con el primer revés; los jardines estaban cerrados debido al temporal. Pero gracias a la información que varias personas me comunicaron por teléfono y Facebook, sabía que el ave se movía cerca de las vallas que delimitan el parque y que tenía por costumbre acudir a beber a una fuente cercana. Había otras personas buscando y no tardaron en localizarlo. Más pequeño que un mirlo común, su comportamiento era idéntico a este, como todos los túrdidos, y no se estaba quieto ni un segundo. Poco más puedo contar, que disfruté de él toda la mañana y a la hora de comer decidí irme y descansar después. Ya había cumplido de sobra. A continuación, unas fotos del protagonista.



Zorzal rojigrís Turdus obscurus



Zorzal rojigrís Turdus obscurus



Zorzal rojigrís Turdus obscurus



Zorzal rojigrís Turdus obscurus


Como veis, el viaje relámpago fue provechoso. Gracias por seguir el blog.

¡Qué lo disfrutéis!


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