Después de mucho tiempo sin visitar las lagunas manchegas, este pasado sábado aprovechamos el día para acercarnos a pajarear junto a Ángel, María, Carlos, Marisa y Mariajo. Pasamos la mañana en la laguna de la Veguilla, en Alcázar de San Juan, donde la observación de aves fue constante y nos lo pasamos pipa. Empezamos la mañana en el observatorio más cercano a la Estación Depuradora. Como especies más destacadas, un grupo de agachadizas comunes, una pareja de andarríos grande y un solitario bisbita alpino. Tras un breve paseo, alcanzamos los observatorios presentes en lo alto de la loma que domina el humedal. Estas fechas son muy buenas para observar aves, como pudimos comprobar. Las fochas comunes componían grupos numerosos, acompañados de dos hembras de malvasía cabeciblanca. Los reclamos del ruiseñor bastardo y el escribano palustre delataban su posición, y dos calamones comunes asomaban entre la vegetación tímidamente. El bisbita pratense y el acentor común reclamaban sin pausa cerca del observatorio. Mariajo descubrió un pájaro moscón que los demás no pudimos disfrutar pues la observación fue breve. Uno de los momentos álgidos de la mañana fue la observación del planeo a ras de vegetación de un gavilán común que terminó su andadura en el suelo desplumando a un desdichado pajarillo. Un buen número de flamencos comunes descansaban en el centro de la laguna, varios ánsares comunes se alimentaban y reposaban entre la vegetación y el trasiego de aguiluchos laguneros era continuo. Y lo más destacado, el paterío presente allí. prácticamente todas las anátidas ibéricas estaban presentes esa mañana: ánade real, ánade friso, cerceta común, porrón europeo, silbón europeo, ánade rabudo, pato colorado, cuchara europeo y una isleta llena de tarros blancos. El zampullín común y el cuellinegro no podían faltar a la cita. Nombrando especies podíamos estar un rato más, así de entretenido estuvo el ratito que estuvimos allí.
Tras comer en Villafranca de los Caballeros y asomarnos a sus lagunas (nada destacado), nos dirigimos a las lagunas de Peñahueca y Tirez (ambas son Reserva Natural), a probar suerte con las grullas comunes. Siguiendo a un grupo en vuelo, nos metimos en un camino que desembocaba en una construcción entre campos de labor. Allí, las grullas casi nos rodeaban pues había bastante presencia, así que pudimos deleitarnos con su observación. Tras este rato tan bueno, probamos suerte buscando las mencionadas lagunas. Comentar que ambas están indicadas desde la carretera. En la primera estuvimos un rato en su observatorio, y las grullas pastaban en los praderíos de enfrente. No accedimos a la laguna de Tirez desde el desvío indicado, sí desde un camino anterior donde llegamos a un alto que dominaba todo el humedal. La laguna estaba ocupada por un enorme bando de gaviotas sombrías. Volvimos a descubrir grullas a lo lejos, esperando la entrada en la laguna, hecho que no ocurrió a pesar de que varios bandos nos pasaron por encima con su característico trompeteo. Mariajo volvió a añadir otra especie a la lista porque uno de los grupos que se creía de grullas era, en realidad, de avutardas. La distancia y la escasa luz no ayudaron a su correcta identificación en primera instancia. El broche de oro lo pusieron una pareja de aguiluchos pálidos y la presencia de grullas en vuelo acercándose a la laguna y pasándonos por encima reclamando sin cesar. Esta imagen al atardecer no podía cerrar de mejor manera una excelente jornada pajarera, con aves y amigos. Que más se podía pedir. Pues sólo una cosa, repetir de nuevo. Y a modo de curiosidad, decir que el número de especies observadas durante la jornada ascendió a 53. Esto sí que es un día bien aprovechado.
Gracias a tod@s por seguir mi blog.
2 comentarios:
Que ganas tengo de ir para alli a ver las avutardas,palidos y toda esa fauna que alberga ...
Saludos camperos!
Pues ahora son buenas fechas para visitarlas, no lo dudes, vas a disfrutar.
Un saludo.
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