jueves, 2 de febrero de 2017

EMPEZANDO BIEN EL AÑO EN LA CORUÑA

Aunque tengo entradas del año pasado pendientes de publicar, la actualidad manda y vamos con mi visita a La Coruña el pasado mes de enero, donde iba con dos objetivos en mente. Además de cumplir con creces, el fin de semana me dio la oportunidad de salir de la ciudad y pajarear por otros lugares de la costa gallega. Todo un lujo. Vamos a detallarlo un poco más.

Aun con reservas por la ausencia de citas publicadas, me aventuré igualmente a viajar a La Coruña a por el mosquitero de Hume que llevaba ya un tiempo por allí, arriesgándome a no verlo a pesar de que en Barcelona y Cádiz también se estaban observando ejemplares y eran más seguras su observación. El tiempo tampoco lo pondría fácil, con frío y ratos de lluvia pero eso no iba a desanimarme. La cosa cambió cuando Óscar Llama me informó un día antes de mi viaje que aun seguía viéndose y, además, me pasó el contacto de Damián Romay, que me ayudó mucho en mi estancia allí. Gracias a ambos por la ayuda ;-)

El sábado día 14 me presenté a primera hora en la Praia das Lapas, con la colosal Torre de Hércules presidiendo el gris cielo y con un breve chaparrón que me cayó justo cuando me encontraba ya buscándolo en la zona donde se había citado los últimos días. Ya oía su inconfundible reclamo y los nervios afloraban. Sabía que en breve se mostraría y tenía que estar preparado. Los movimientos nerviosos de un pequeño pajarillo se acercaban a mi posición poco a poco y ya pude deleitarme con él. Por fin se mostraba con todas las características que no llevaban a confusión: plumaje de color más pálido que el bilistado, la banda alar my visible (la segunda no tanto) y las patas oscuras. Precioso, como no podía ser de otra manera. En su observación estaba cuando aparecieron Jesús, Pedro, Javier y Ángel en escena. Tras los saludos pertinentes, también pudieron disfrutar de este pequeñín venido de Siberia. Se dio la circunstancia  de que ellos ya tenían un plan preparado para pajarear ese día por distintos lugares de Galicia, incluyendo Cariño y San Cibrao, donde el día anterior se había citado de nuevo a Cipriana, la gaviota esquimal que lleva ya unos cuantos inviernos visitándonos, y me invitaron a unirme a ellos. Por supuesto, accedí encantado.

Primero, unas fotos del mosquitero de Hume, realizadas al día siguiente, con más tranquilidad.



Mosquitero de Hume Phylloscopus humei



Mosquitero de Hume Phylloscopus humei



Mosquitero de Hume Phylloscopus humei



Mosquitero de Hume Phylloscopus humei



Mosquitero de Hume Phylloscopus humei


La siguiente parada era el dique de abrigo del puerto para localizar un escribano nival que llevaba también un tiempo en el lugar. Este era un pequeño anhelo y soñaba con verlo algún día. Cuando iniciamos el paseo y vimos la cantidad de gatos que había, nos temimos lo peor. Esto es verdaderamente un problema serio. Pero el mosquitero nos había levantado el ánimo y estábamos lanzados. Casi llegando al final del dique, noto que algo se mueve muy cerca de mi y rápidamente me giro. No pude evitar un grito de "ahí está" y señalar agitadamente donde estaba, a escasos metros. Lo demás fue sentarse y deleitarse con esta preciosidad, que se dejó hacer muy bien sin necesidad siquiera de prismáticos. Pocas veces habré visto un ave tan confiada. Después de unos minutos gozando con la observación y su presencia, decidimos dejarla tranquila e ir a por el siguiente objetivo.



Escribano nival Plectrophenax nivalis



Escribano nival Plectrophenax nivalis


Sin salir todavía de la ciudad, quedaba una parada más. El parque de Santa Margarita albergaba un habitante muy interesante. No tardamos mucho en localizar al mosquitero bilistado que, al igual que su pariente, se movía incesantemente entre el arbolado de un pequeño sector del parque. Pudimos así observar diferencias con el de Hume, como el plumaje más amarillento, patas y pico anaranjados y el reclamo más suave. La jornada estaba siendo perfecta, acompañando incluso en lo climatológico.



Mosquitero bilistado Phylloscopus inornatus


Tocaba ahora hacer kilómetros para ir en busca de otro de los protagonistas de la jornada. Llegamos a Cariño casi a la hora de comer pero antes nos asomamos a la playa para localizar a la gaviota de Bonaparte que lleva años visitando esta bella población costera. La suerte nos esquiva, así que aprovechamos para comer tranquilamente. Después de comer, nuevamente a la playa donde no faltan varios juveniles de gavión atlántico y numerosas gaviotas patiamarillas y reidoras. Pero la Bonaparte no aparece. Cuando ya metíamos las cosas en el coche, no pudimos por menos que asomarnos por última vez, por si sonaba la flauta. Esta vez sí sonó cuando Jesús vio una pequeña gaviota entrar en la playa desde el mar. Ahora sí que la teníamos, menos mal.



Gaviota de Bonaparte Chroicocephalus philadelphia


Quedaba la guinda del pastel para redondear el día, pero la gaviota esquimal no acudió a la cita, ni en la piscifactoría ni en San Cibrao donde sí observamos otras aves de interés: gaviota argéntea, varios adultos de gavión atlántico, zarapito trinador, correlimos oscuro… pero ni rastro de Cipri :-( ¡ay si la llegamos a observar!

Al día siguiente, ya solo, dediqué prácticamente todo el día a disfrutar del mosquitero de Hume (las fotos que ilustran la entrada son de este día) y dar un paseo por los prados cercanos, dándome cuenta del enorme potencial que tienen para rarezas y aves en paso. Un ejemplo es el bisbita de Richard que se dejó retratar eso sí, manteniendo siempre una prudente distancia de seguridad. 




Bisbita de Richard Anthus richardi


Esa tarde de domingo quedo con Damián y, después de volver a observar al humei, me enseña un sitio en la playa de Riazor para correlimos oscuro, vuelvepiedras y zarapito trinador. Todo un lujo tener a estas tres especies en plena ciudad. Después nos acercamos a una barriada a las afueras para ver estrilda común. Vemos un buen bando pero son muy desconfiados. Para rematar el día, nos asomamos a unos islotes cerca del monte de San Pedro donde el movimiento de gaviotas es total. Después de esta maratoniana jornada me despido de Damián, al que doy nuevamente las gracias por su ayuda. Espero coincidamos de nuevo pronto.



Correlimos oscuro Calidris maritima/Vuelvepiedras Arenaria interpres



Zarapito trinador Numenius phaeopus


Pues esto es lo que dio de sí el fin de semana posterior al de Reyes, mi primera salida del año y dos bimbos más a la saca, además de muchas especies y buenos momentos con amigos, prismáticos en mano. Poco más se puede pedir.

Gracias por seguir el blog, hasta la próxima.








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